En la era digital, la posibilidad de tener tu propia página web o un blog en el que promocionarte o escribir sobre la temática que te gusta es una de las acciones más sencillas que puedes llevar a cabo, y cada vez es más fácil gracias a la proliferación de empresas que se encargan de proveernos de alojamiento web según nuestras exigencias. Si eres de los que acaban de despegar en este mundo y quieres conocer los tipos de proveedores de hosting que existen, y cuáles son sus características, te lo vamos explicando en las siguientes líneas.

Hosting Compartido (Shared Hosting)

El primero de todos es el alojamiento compartido, siendo uno de los más baratos que existen, teniendo muchas ventajas, sobre todo, si te enfocas en proyectos personales, de corto o medio alcance como un blog personal o una página web de la que esperas tener unos ingresos mínimos.

Lo que va a destacar de este hosting es que existirán en un mismo servidor diferentes proyectos, tanto tuyos como de otros usuarios, siendo por muchas personas comparado con la experiencia de vivir en un piso de estudiante con otros compañeros. Cada uno buscáis un proyecto diferente, pero convivís en la misma casa. Como te veníamos diciendo, se trata de un alojamiento muy barato y sencillo a la hora de la configuración y la puesta en marca, pero existe el riesgo de que, si un proyecto recibe un ataque de malware, puede salpicar al tuyo, siendo una problemática todavía mayor. En el caso de que uno de los usuarios gaste más recursos de la cuenta, puede repercutirte negativamente.

Hosting Virtual (VPS)

Una de las opciones más fiables y con las que se puede contar con una relación calidad-precio del servicio más óptimo, son los servidores de hosting virtual. Este tipo de proveedor lo que se consigue es crear diferentes espacios virtuales que van a funcionar con total independencia los unos a los otros, es decir, que cada cual va a tener su sistema operativo y su configuración, haciendo que sea más seguro a la hora de mantener tus propios proyectos o páginas web.

Cada uno de los usuarios contará con una serie de recursos que ha contratado, y en ningún momento va a ver entorpecido estas cifras, ya que se le tienen asegurado para que el funcionamiento sea mejor y de calidad, pudiendo en todos los casos, ser configurado como el cliente desee.

Entre las ventajas nos podemos encontrar que es que es una opción fiable para aquellos que tengan un proyecto más importante entre manos, con unos ingresos medios, aunque como decimos, al tener que configurarse independientemente puede ser algo más complejo.

Hosting dedicado (Dedicated Hosting)

Seguimos subiendo la calidad y prestaciones de los alojamientos, encontrándonos con el hosting dedicado. Este es uno de los más fiables de todos, y cuenta con la ventaja de que todo el servidor estará dedicado a cada uno de tus proyectos. Dispondrás de todo el potencial que te ofrece el hardware sin excepción y sin prácticamente limitaciones, según lo que hayas contratado, aunque como principal inconveniente es que es uno de los más caros que existen. Por otro lado, al ser un proveedor que se centrará sobre todo en empresas dedicadas a este campo, la configuración es mucho más difícil y para principiantes puede parecerle un mundo toda la programación que deben realizar.

Hosting en la nube (Cloud Hosting)

Por último, pero no menos importante, nos encontramos con un tipo de alojamiento que lleva muy poco con nosotros, pero que está haciéndose un hueco en cada uno de los servicios que ofrecen los proveedores de hosting. Nos referimos al hosting en la nube, estando tu proyecto directamente en servidores que se conectan a la nube de internet evitando de esta manera que fallen o que pueda perderse los recursos. En estos casos todo se guarda en diferentes servidores, en vez de en un solo, por lo que es mucho más seguro, adaptándose en cada momento a las exigencias. Al tener una prestación mucho más novedosa, su precio será el más caro de todos, pero te garantiza que tu página web no sufrirá caídas ni problemas.